Inteligentes, curiosos e independientes: son algunas cualidades de los gatos que los hacen queridos y a la vez odiados. Si tu gato está poniendo sus zarpas constantemente en tus parterres o el felino de tu vecino deja regalos en tu jardín, por muchos ojitos que te pongan, el enfado está asegurado.
Pero hay un problema: los gatos no se dejan amaestrar. No se les puede levantar un dedo y regañar esperando que cambien su comportamiento. Sin embargo, lo que es cierto es que los gatos tienen muy buena memoria. Con un par de trucos, podrás evitar que estos felinos se acerquen a determinados lugares.
1. Rejilla
Para evitarte la sorpresa de encontrar cacas de gato en tu parterre o jardín, es importante conocer las preferencias de los felinos. Sus lugares favoritos son cubiertos, con un suelo seco y poco firme, donde poder enterrar sus despojos en paz. Los parterres altos de flores y verduras son un baño de ensueño para gatos. Si las plantaciones son bajas, como en el caso de las fresas, o están recién sembradas, puedes cubrirlas fácilmente con un alambrado de malla gruesa. También puedes colocar palos o postes entre las franjas de plantaciones. Allí el gato no se sentirá para nada cómodo.
2. Trampas de olor
Los gatos tienen un sentido del olfato muy agudizado. Los olores penetrantes, fuertes y acre no son nada de su gusto. Una vez identificado el lugar favorito del gato, se puede reducir considerablemente el atractivo de la zona rociando sobre esta ajo (pelado), pimienta o clavos. Los posos de café o la hierba recién cortada colocados entre las verduras también mantendrán alejados a los visitantes no deseados (además de ser un buen fertilizante). Si llueve, por supuesto, tendrás que reponer tus abastecimientos. Pero ya verás cómo el gato acabará por alejarse del lugar. Desafortunadamente, este truco solo funciona (como toda trampa de olor) si el gato no fue « forzado » de pequeño a acostumbrarse a ciertos olores.
3. Spray ahuyenta-gatos
Este truco es el « arma universal » para alejar a tu gato de aquellas macetas, muebles o paredes que quieras preservar de sus afiladas garras. También puedes evitar que mordisquee accidentalmente plantas domésticas que sean venenosas para él, tales como ciclámenes, crisantemos o tulipanes. Este spray puedes fabricarlo tú mismo y adaptarlo a la sensibilidad olfativa de tu gato.
Para la variante 1, mezcla agua con un par de gotas de aceites esenciales (un poco de limón y otro de lavanda). Para la variante 2, mezcla una parte de vinagre de manzana con una parte de jabón de manos y una de agua. Para la variante 3, hierve cáscaras de limón en agua durante 20 minutos. Luego, añade sal y pimienta. Primero, prueba el spray ahuyenta-gatos en una zona poco visible antes de rociarla sobre el sofá o alfombra.
4. Protector para la maceta
Si al gato de marras ha elegido una maceta como su favorita y no reacciona a sprays, será difícil mantenerlo alejado de esta. En la naturaleza de algunos gatos está rascar la tierra o dejar su marca de olor. Las macetas grandes puedes cubrirlas con una capa de guijarros. Estos deben ser lo suficientemente pesados para quitar las ganas del gato de rascar. Si los guijarros son muy pequeños, ¡será un verdadero desafío para el felino! Como alternativa, existen rejillas redondas para cubrir las macetas o sacos de lino con cordón con los que también puedes cubrir tu maceta y que además le darán un toque bonito.
5. Ofrecer alternativas
Pero quizás no quieras estropearle la diversión a tu minino y puedas ofrecerle una alternativa mejor a sus andanzas. ¿Qué tal un cojín relleno de hierba gatera que cuelgue de su árbol rascador? Comprueba también que la caja de arena de tu gato no esté en el lugar equivocado o que la nueva arena para gatos sea de su gusto.
6. Mantillo de corteza
También es posible proteger el jardín de visitantes indeseados con mantillo de corteza. Y es que como ya mencionamos, los gatos prefieren usar para sus necesidades la tierra suelta. Por ello, el mantillo de corteza es tan popular como el papel de periódico para las personas a la hora de hacer sus necesidades. La ventaja del mantillo de corteza es que no solo tiene un aspecto más agradable que una malla de alambre, sino que también protege el suelo de la desecación y el encenagamiento. Las piñas tienen la misma función.
7. Plantas
El tipo de plantación por sí solo puede protegerte de visitantes bigotudos indeseados. Por ejemplo, delimitaciones con lavanda, romero, menta o limoncillo son buenas para ello y además desprenden buen aroma.
Un denso seto de espino de por sí ya mantiene alejados a los huéspedes no deseados en el límite de la propiedad. Aunque sus espinas no gustan a los gatos, no son peligrosas. Las bayas también se utilizan a menudo como barrera de protección, pero hay que recordar que estas son venenosas para los gatos. Aunque los gatos rara vez mordisquean los arbustos espinosos, si quieres estar seguro, debes evitarlas.
8. Aspersor de agua
Que los gatos no son fans del agua lo sabemos todos. El origen de esta aversión no ha podido esclarecerse por ahora. Pero no importa, ya que podemos utilizar este hecho a nuestro favor. Si tu jardín es punto de encuentro gatuno, puedes evitarlo teniendo a mano una pistola de agua. Sin embargo, esto conlleva estar esperando a que la reunión se produzca para arruinarla. Sin embargo, en las tiendas puedes encontrar aspersores de césped que se activan con el movimiento. En tal caso, no olvides avisar al cartero para que no se lleve sorpresas desagradables. Existen otros dispositivos que funcionan con ultrasonidos que, de acuerdo con los fabricantes, pueden adaptarse al oído de gatos o perros.
9. Ruidos
Si pillas a un minino con las manos en la masa, puedes ahuyentarlo con sonido. Este debe ser repentino y alto (por ejemplo, un potente aplauso, golpeteo o sonido de matraca). Con un simple grito, el gato solo se dignará a mirarte con desinterés. Si quieres, puedes hacerte un sonajero con una lata y unos cuantos tornillos. Después de asustarse un par de veces de esta forma, el gato no volverá a acercarse a tus parterres o macetas.
10. Brillos
Los cuervos y otros ladrones de semillas se mantienen alejados de los objetos brillantes, como CD o tiras de aluminio colgantes. Los gatos también reaccionan temerosos ante tales efectos brillantes. Sin embargo, estas medidas solo funcionan de manera preventiva y de día o en jardines iluminados.
