Durante agosto, los pepinos requieren alimentación frecuente para producir frutos regordetes y crujientes. Un método eficaz y probado implica el uso de un fertilizante simple, popular desde la era soviética.
Empieza preparando una infusión de piel de cebolla. Coloca las cáscaras de 6 a 8 cebollas en un frasco, vierte un litro de agua caliente sobre ellas y cúbrelas con una tapa. Deje reposar esta mezcla durante 24 horas. Pasado este tiempo, cuela el líquido y agrega una cucharada de sulfato de potasio. Diluye esta mezcla para obtener 10 litros de la solución final y rocía tus plantas de pepino con ella por la mañana. Una sola aplicación en agosto es suficiente para rejuvenecer los pepinos y mejorar su rendimiento.