Pon unas cáscaras de cítricos en los radiadores de casa, este simple gesto tiene consecuencias asombrosas. He aquí por qué deberías hacerlo.
En este artículo te explicaremos por qué colocar cáscaras de cítricos sobre los radiadores puede ser una práctica muy positiva para tu hogar . Probablemente alguno de vosotros habréis visto en el pasado cáscaras de naranja o de limón en los radiadores de casa de algún familiar mayor, sin haber comprendido el significado de esta práctica. Sí, estamos en 2022 y quizás pienses que necesitas dejar atrás ciertas prácticas obsoletas del pasado . En realidad, a veces, retomar algunos pequeños hábitos que tenían nuestros abuelos en el pasado puede resultar más útil que nunca, casi un descubrimiento.
Una vez que lo hayas probado, no podrás prescindir de él: nuestros antepasados nunca se equivocaban. Esta es una buena práctica que además tiene la ventaja de permitirnos reutilizar las cáscaras en lugar de tirarlas. Veamos en detalle para qué sirve.
Cáscaras de cítricos en los radiadores: he aquí por qué deberías hacerlo
Colocar cáscaras de cítricos sobre los radiadores calentados tiene un efecto muy positivo en nuestro hogar. Este método representa un excelente remedio para eliminar los malos olores dentro del apartamento. El calor del radiador permite que las pieles de los cítricos suelten un aroma acogedor y agradable y no sólo eso: elimina los malos olores. Hacer esto te permitirá hacer que tu hogar huela fresco sin costo alguno: ya no necesitarás gastar dinero en varios ambientadores.
Incluso los perfumistas modernos son capaces de infundir un buen aroma, pero con las cáscaras de cítricos el resultado será único. La temporada invernal trae consigo el regreso de las naranjas, unos cítricos muy aromáticos capaces de aportar importantes cantidades de vitamina C a nuestro organismo. Consumir naranjas en la época fría significa ayudar a nuestro sistema inmunológico. Una vez que hayamos terminado de comer nuestra naranja, no tiremos su piel , pongámosla en el radiador y disfrutemos de toda su esencia. Lo mismo ocurre con los zumos: para un vaso de zumo utilizamos al menos tres naranjas y en consecuencia tiramos mucha piel.
En lugar de naranjas puedes utilizar fácilmente cáscara de limón . Experimente con ambas soluciones para comprender cuál le gusta más a su sentido del olfato. Sin embargo, no hay límite: puedes poner sobre los radiadores la piel de cualquier fruta, incluso de mandarina. Gracias al calor que emana del radiador se creará una especie de vapor perfumado que inundará toda la casa. Cuando notes que el aroma se ha debilitado, procede a sustituir las pieles secas por las de la fruta que acabas de consumir. Con este método ya no gastarás ni un euro en perfumistas (ahora muy caros) y harás una elección más ecológica.