Para animarse a cocinar productos del mar, hay que conocer algunos trucos. Uno de ellos es cómo evitar olor a pescado. Aquí te contamos algunos consejos.
¿Te gustaría preparar una merluza al horno para esta noche? Una de las razones para no animarse a cocinar pescado es porque deja olor a pescado en toda la casa… ¡durante días! En realidad, la preparación de este saludable alimento no debería dejar rastros desagradables. En todo caso, hay trucos para reducir los aromas durante la cocción. Los motivos por los que puede haber mal olor a pescado en la cocina son bien claros conviene saberlos. ¡Que el olor no sea un motivo para privarte de comer pescado!
Trucos para reducir el olor a pescado
- Prefiere pescados de agua dulce. Los pescados más olorosos son los de mar, porque tienen una sustancia química, la trimetilamina, que neutraliza el agua salada. Cuando el ingrediente marino se cocina en casa, la sustancia se transforma en un óxido con un fuerte olor parecido al amoníaco.
- Elige pescado muy fresco: por el mismo motivo que el consejo anterior.
- Adopta tipos de cocción menos olorosos: escalfado (en caldo aromático y cocido a fuego lento); en papillote (envuelto en papel de aluminio, papel o bolsas para horno).
- Antes de la cocción: colocar el pescado en salmuera durante 10 minutos (50 gramos de sal en 1 litro de agua). Otro truco: lavarlo, sumergirlo en agua helada unos minutos y secarlo.
- Durante la cocción: si fríes el pescado, coloca un tazón con vinagre cerca de la sartén para que absorba los olores. O mantén el recipiente bien tapado.
Por qué puede haber mal olor a pescado en la cocina
Si el pescado es muy fresco no debería dar mal olor sino… aroma a pescado. Pero como decíamos más arriba, el óxido de trimetilamina puede dar olor a amoníaco, más fuerte cuanto menos fresco el pescado. Además, los restos de pescado al descomponerse inundan la casa del olor más desagradable.
Nuestras recomendaciones
- Higiene: evita el mal olor a pescado en manos y utensilios. Manos: frótalas con un poco de dentífrico y luego enjuaga con agua fría. Utensilios: elimina los restos de pescado con alcohol y lava con agua fría.
- Sobrantes: guárdalos en el refrigerador para convertirlos más tarde en rellenos, sándwiches o paté. Congela el sobrante crudo para preparar nutritivos caldos o salsas.
- Residuos: a nadie le gusta el olor a pescado en el recipiente de residuos. Coloca los residuos de pescado en el congelador hasta el momento de sacar la basura.
Muchos sitios de Internet aconsejan rociar el pescado maloliente con jugo de limón o vinagre o sumergirlo en leche. La primera opción sólo enmascara el olor para tu olfato. La leche neutralizaría los químicos que producen mal olor. Ahora ya sabes cómo evitar el mal olor a pescado en la cocina y en toda la casa. ¡Cuéntanos tu experiencia!